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Diario YA


 

el aguijón

Navidades catódicas

David Martín. 27 de diciembre.

Un año más, los niños del colegio de San Ildefonso, con su tradicional cantinela de números premiados en el Sorteo Extraordinario de Navidad, han sido el punto de partida de la programación navideña de las cadenas de televisión. Una programación cargada de dibujos animados y películas para los más pequeños de la casa y que el miércoles día 24, tras el mensaje de Su Majestad el Rey, tuvo su primer gran examen. En una noche tan especial y familiar como es la de Nochebuena estar pendiente de lo que emite la televisión es milagroso y este año más aún, máxime cuando las novedades brillan por su ausencia y se cae en la misma mediocridad de años pretéritos. Es como si el televisor de pantalla plana, ya en muchos hogares, conservara los mismos males que el de tubo catódico.

La-1 inició la noche, tras el mensaje regio, con el especial de Josema Yuste y Florentino Fernández, “¿Y ahora qué?”. Un combinado de parodias, imitaciones, doblajes y chistes fáciles que no distó mucho de los que años atrás hicieron “Martes y Trece”, “Los Morancos” o “Cruz y Raya”. El  ex “Martes y Trece” y su nuevo compañero, “Flo”, pusieron empeño en hacer reír con los doblajes de Bruce Lee, la parodia del grupo musical “Amaral” o el guiño a otros humoristas, ya desaparecidos, como Tip y Coll, pero sólo en contadas ocasiones provocaron una leve sonrisa y todo era demasiado previsible para suscitar el mínimo entusiasmo. Cambió de dúo humorístico, pero mismo argumento. Después del intento jocoso, el primer canal público volvió a apostar, un año más, por Raphael, quien acompañado por Alaska, Maria Dolores Pradera y Paloma San Basilio, entre otros, celebró sus 50 años sobre los escenarios y aunque el momento era el apropiado para escuchar temas como “El tamborilero”, su primera aportación, con una versión de “Cantares” de Serrat, favoreció un inminente cambio de canal. Ambos programas fueron líderes destacados de audiencia, pero no por ello dejaron de pecar de falta de originalidad.

Cuatro tampoco se descerebró mucho en pensar a quién conceder el privilegio de acompañar al espectador en tan señalada fecha y recurrió a los espacios que más éxito de audiencia le reportan: “El hormiguero” de Pablo Motos y el concurso de baile “Fama”. Primero, Motos y su equipo, acompañados por otros rostros conocidos de la cadena como Nuria Roca, Quequé o la mismísima Concha García Campoy se las veían y se las deseban, entre experimentos y trucos ilusionistas, para mantener un guión basado en generar en una sola noche la ilusión perdida por la crisis y que, de no recuperarla, podía significar el fin de Papa Noel. Más tarde llegaban los mejores momentos del espectáculo que los chicos del concurso de baile dieron el pasado verano en el Palacio de los Deportes de Madrid. Mientras lo primero fue en algunos momentos entretenido, lo segundo tuvo demasiado sabor a conserva navideña. Ésa que la cadena de turno saca de la despensa cuando no sabe o no tiene otra cosa mejor que emitir.

Tele-5 fue la cadena que más arriesgó en la noche. Quizá no en su primera parte con los siempre recurrentes especiales de “Camera Café” y “Escenas de matrimonio”, en el que pudimos ver a Santiago Segura como principal novedad, pero sí, próximos a la medianoche, cuando decidió estrenar el concurso “Guaypaut”, adaptación del formato americano “Wipeout” que a su vez tiene demasiadas similitudes con el conocido “Humor amarillo”  y que parece será el espacio que sustituya a “Gran hermano” a partir del 27 de enero. El concurso se basa en superar determinadas pruebas físicas para conseguir la victoria final y su mayor atractivo reside en ver quien se da el castañazo más grande porque ya se sabe que lo de reírse del mal ajeno está mal visto, pero tiene legión de seguidores. Que la cadena privada estrenara el concurso en Nochebuena quiere decir que piensan en que es tan divertido que era propio para ese día o bien que tienen muchas dudas de sus posibilidades y lo emitieron en el momento en el que el batacazo pasa más desapercibido. De momento el dato de audiencia (13,6% de cuota de pantalla) no augura nada bueno y está mas cerca de lo segundo que de lo primero.

Antena-3 apostó por cuatro capítulos de “Los Simpson”, un especial humorístico protagonizado por Edu Soto y David Fernández, donde demostraron que sus personajes habituales del “Neng de Castefa” y el “Chiquilicuatre” son mucho más divertidos que el de dos buscavidas, y “Lo mejor de cada casa”, un barato zapeo televisivo con las anécdotas más divertidas ocurridas en determinados programas de televisión. Por su parte, La Sexta también recurrió a una de sus series y emitió dos capítulos de  “Bones” después de un especial de “La tira” en el que, como si se quisiera salir del paso con algo propio de estas fechas, Papa Noel y los Reyes Magos visitaron las dependencias de este espacio de humor. Programación más que de rebajas, de autentico saldo.

En una noche tan especial para los católicos, víspera del nacimiento del Niño Dios, es de agradecer que La-2 se acordara de nosotros y fuera la única cadena que en la medianoche conectó con el Vaticano para emitir en directo la Misa del Gallo oficiada por Su Santidad el Papa Benedicto XVI. Para muchos lo más gratificante y espiritual, sin duda, de una noche en la que se cayó en lo mismo de siempre porque las navidades televisivas carecen, salvo casos muy contados, de imaginación y desprenden cierto olor a rancio que, como el turrón, siempre vuelve, gracias al televisor, a casa por Navidad.

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