Principal

Diario YA


 

¿Por qué se está disparando el consumo de ansiolíticos durante la pandemia y qué riesgos implica?

El uso regular de ansiolíticos, aparte de que puede provocar diversos problemas en nuestra salud, puede originar una dependencia a medio plazo difícil de quitar. Los expertos auguran que debido a la reciente pandemia, pueda haber un aumento considerable en la necesidad de realizar un tratamiento de adicción a los ansiolíticos cuando recuperemos la normalidad.
Después de 6 meses de pandemia, la preocupación en la población se ha convertido ya en una forma de vida. Miedos como la posibilidad de la pérdida del trabajo, la solución para la disminución de ingresos o la posibilidad de contagiar a seres queridos, provocan ansiedad, depresión, o en el menor de los casos, decaimiento anímico.
Desde el mes de marzo, son numerosos los llamamientos realizados por psicólogos y médicos de familia intentando apaciguar a ciudadanos angustiados y asustados por la diferencia en la forma de vida a la que se han vuelto abocados. Después de 180 días con encierros, estados de alarma y confinamientos de diferente índole, las consecuencias en la sociedad hacen mucha mella en el estado anímico de la población.

El aumento en el consumo de ansiolíticos
Todo ello ha originado que según recientes encuestas en la población española, 3 de cada 4 personas sufren algún problema relacionado con el insomnio y un 17% de los encuestados toman ansiolíticos de forma regular. A este aumento considerable de consumo debido a la pandemia, destaca otro informe realizado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) en el que alerta de un importante incremento en sustancias como las benzodiapecinas o el cannabis de forma ilegal.
La explicación en el cambio de los patrones de adquisición estriba en una paralización de la venta a pie de calle y una aumento de compra online de este tipo de sustancias.

Los riesgos de un consumo regular de ansiolíticos
Hay numerosos estudios que destacan que el consumo de ansiolíticos de forma regular y sin prescripción médica, son peligrosos debido a los diferentes efectos secundarios que pueden ocasionar.
Las benzodiacepinas actúan ralentizando el paso de la información entre las neuronas en nuestro cerebro. Esto es debido al aumento en el funcionamiento de un neurotransmisor llamado GABA. Esto puede llegar a provocar:
Crear una adicción: Si se dejan de golpe, pueden originar un síndrome de abstinencia, con problemas derivados en cefaleas o un estado nervioso constante. Por ello, deben ser recetados por profesionales capaces de seguir y verificar el tratamiento correcto.
Crear tolerancias: Con el tiempo, sus efectos son menores, ya que nuestro cuerpo se va acostumbrando a sus efectos.
Disminuyen nuestro tiempo de reacción: Somnolencia, problemas de concentración, mareos o debilidad muscular, son algunos de los síntomas que provocan, disminuyendo nuestro estado de alerta.
Todos estos efectos secundarios indican que el consumo de estas sustancias no debe de realizarse a la ligera, ya que en caso contrario, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Un profesional médico, o un psicólogo experto en adicciones, pueden darte toda la información necesaria acerca de un consumo seguro de ansiolíticos.