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Diario YA


 

Lectura urgente de lo relativamente inesperado

¡Nos han echao!

Francisco Torres García. Escribo estas líneas poco después del final de la sesión de hoy de la moción de censura a la espera de la consumación mediante voto de mañana. No le envidio la noche a Mariano Rajoy, pese a que Cospedal haya salido a convencernos de lo imposible, de que la dimisión de Mariano no sería un intento de encontrar otra salida al inminente gobierno Sánchez, porque las presiones van a ser muy amplias.
“¡Qué hostia…qué hostia!” se le oyó decir a Rita Barberá cuando se consumó la derrota electoral valenciana. Ni lo esperaba ni se lo creía. Pero nadie tomó nota. No se han atrevido hoy a tanto, aunque haya sido lo mismo. Por la mañana temprano la bancada popular estaba segura de que Rajoy iba a superar la moción. A media mañana ya no era igual. Al final lo que ha sonado ha sido un incrédulo “¡Nos han echao!”. Eso es exactamente lo que ha sucedido, ni más ni menos, que los partidos les han echado.
Que a nadie le quepa duda de que Pedro Sánchez no solo es un superviviente sino un hombre con suerte y lo ha demostrado. Ayer nadie creía posible que se produjera el triunfo de la moción de censura porque, como Mariano, se estimaba que el PNV ya estaba comprado con el cuponazo y la cesión en los PGE recién aprobados. Incluso algún colega había especulado con la artera acción de Pablo Iglesias dibujada sobre el mapa del fracaso de la moción. Pero no. Lo que sabemos es que desde la tarde antes del debate tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias dieron seguridades al PNV y algo más; de ahí el compromiso de Sánchez de mantener los PGE aprobados.
La caída de Mariano Rajoy, en cambio, es el adelanto de una muerte anunciada. En el PP se vive en estado de shock porque estaban convencidos de que los españoles apreciaban su capacidad de gestión y mejora económica; el problema es que lo que las encuestas anunciaban es que los españoles no lo veían así. El tancredismo de Mariano Rajoy, incapaz de afrontar la corrupción del PP o en el PP que le salpica, de hacer frente de forma eficaz a los casos que han ido estallando desde que llegó al poder, ha pasado factura y le va a pasar factura al PP. Súmese a ello su actuación frente al separatismo que no pocos han calificado como de traición que va a tener un coste electoral en España como lo ha tenido para el PP en Cataluña. Mariano Rajoy y el PP han sido incapaces de leer lo que todas las encuestas iban planteando y lo han pagado. Y, como estrambote final, fiando en su equipo, ante la situación, tratando de evitar elecciones y salir reforzado derrotando, aun cuando fuera por la mínima, la moción de Pedro Sánchez decidieron ir a ella cuanto antes y sin buscar aliados seguros porque creían que ya habían comprado los votos necesarios.
Aunque ahora el PP haya pergeñado el discurso de que en unos meses ganará las elecciones (hoy todos cierran filas con Mariano, pero dentro de unos días ya veremos), lo cierto es que una vez en el poder, el gobierno del nuevo Frente Popular Separatista contará con todo el aparato del Estado y unos meses por delante para utilizarlo.
Ahora bien, para España, la nueva situación política tendrá consecuencias gravísimas si el PP, con sus diputados y su mayoría en el Senado no actúa para conseguir que se convoquen elecciones cuanto antes. Porque si eso no sucede Sánchez, con los PGE asegurados y su posible prórroga, pudiera mantenerse en el gobierno hasta que las encuestas le fueran favorables y aplicar un programa de entrega a los separatistas y de “eliminación” mediante “criminalización” de los adversarios políticos.

 

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